Como yo, quieres que tu perro sea bueno. Sin embargo, ¡sabes que saltarán sobre cualquier visitante! Ladran sin parar y están sobreexcitados. A veces los ignoras, crees que quieren llamar la atención del visitante. ¡Pero, es demasiado!
Sientes, como yo, que este hábito tiene que acabar. Si descubres la raíz que es la causa de su hábito, podrás cambiarlo.
La causa principal
Primero, su perro sabe que llamará su atención si se comporta así. Saltan sobre ti una vez. Llaman tu atención. Vuelven a saltar sobre ti y pasa lo mismo. Cuando lo piensas, es demasiado tarde. ¡Lo hacen todo el tiempo y con cualquiera! Han desarrollado el hábito.
Este hábito recibe un refuerzo diario. Hablas con ellos cuando saltan sobre ti. Los elogias e incluso juegas con ellos. Cuando llega un visitante, quiere el mismo tipo de atención. ¡Y saltan sobre ellos también!
En segundo lugar, puede considerar que puede ser un problema emocional, no uno que tenga que ver con la educación. Cuando llegan visitas, su perro puede ponerse nervioso y ansioso. Sabes que los perros aprenden a anticiparse a los eventos, especialmente a los relacionados con el miedo o la ansiedad.
Si ha oído hablar del condicionamiento clásico, se dará cuenta de que se aplica aquí. Su perro asocia el timbre o el sonido del ascensor con un evento emocionante y fascinante. Tu perro aprende esto.
Escuchas el timbre y corres hacia la puerta. Su perro siente que sucederá algo peligroso o emocionante y se prepara para esto. Lo llamarás por su nombre y lo abrazarás. Inevitablemente, tu perro saltará sobre el invitado.
Necesitas entenderlos para resolver este problema y eres parte del problema. También estás entusiasmado con tus invitados y constantemente refuerzas ese comportamiento de tu perro.
Su interacción diaria convierte a tu perro en un “adicto” a la atención humana. Puedes cambiar esto. Si no lo miras, hablas o no le prestas atención a tu mascota cuando está sobreexcitada, el comportamiento comenzará a ser gradual.
Hay que tener paciencia y aguantar hasta que desaparezca el hábito. Esto se llama curva de “extinción de la conducta”.
Qué hacer
Debe revisar su rutina diaria. Debería cambiar de actitud cuando suene el timbre. Debes moverte más lentamente. Debes evitar hablar con tu perro de camino a la puerta. Puede arrojarles algo rápido para comer para cambiar su atención a eso en lugar de al visitante. El sonido del timbre en realidad puede indicar que viene un regalo.
Tu plan B podría ser salir con tu perro a dar un paseo corto junto con el recién llegado, lo que minimizará la novedad.
Por supuesto, dejarás de corregir y castigar para intentar “reeducar” el comportamiento. Nuestra mascota demanda la atención del visitante o de cualquier persona. Cuando lo retas, le estás dando ese gran premio: ATENCIÓN.
La colaboración de las visitas es fundamental. Durante el tratamiento, deben saludar de manera muy tranquila, para que el perro sepa que lo vio. A partir de ahí, no deben mirarlo, hablarlo ni tocarlo, sentarse lo antes posible, evitar movimientos bruscos y evitar excitar más a nuestro perro. Se prohibirá la emoción inducida y la efusividad hacia nuestro peludo.
Si la visita no ayuda, debes estudiar la posibilidad de enseñar a tu perro solo. Lo harás día a día, cuando no haya visita, de forma paulatina y agradable. Es divertido y reconfortante estar solo en una habitación jugando con un hueso enorme.
Esto funcionó para mí. ¡Espero que te funcione!
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