Got Dog

La clave son solo tres genes.

Desde el gran danés más espectacular hasta el chihuahua más pequeño. De un impresionante mastín a un valiente Dachshund. Todos ellos deben sus características únicas a solo un pequeño número de genes que determinan profundas diferencias.

El perro, con el tiempo, ha sufrido una evolución artificial de la mano humana. Trabajo centrado principalmente en los últimos siglos, con criadores que combinan diferentes rasgos a través de cruces, que han dado lugar a las razas actuales. Pero al mismo tiempo, al crear estos nuevos perros, modificaron los genes que forman la anatomía de nuestros amigos caninos.

Las últimas investigaciones científicas han deducido que la diversidad de nuestros perros depende de un pequeño número de variaciones genéticas. En los humanod y en la mayoría de los mamíferos, cientos de genes se combinan para producir un rasgo físico específico. Pero en los perros, generalmente hay tres o incluso menos.

Por ejemplo, el pelaje de un perro se basa en tres genes. Cuyas mutaciones son las que producen cabellos largos, rizados y espesos.

Cuando nos decidimos por un perro, no nos importan mucho los genes. Nos movemos por gustos, por modas, por impresiones. Nuestro perro será el mejor, el más hermoso, feliz y el más fuerte para nosotros.

Lo que sí es evidente es que a la hora de decidirnos por una raza concreta, también consideramos su utilidad como guardia o compañía.  Y otra muchas veces, nos dejamos llevar por la moda para elegir una raza u otra.